Historias de viaje

Mi Gran Experiencia

Me levanté el domingo 29 de abril a las 7 de la mañana, me vestí y, nervioso, cogí las maletas para dirigirme al coche. ¡Ese día comenzaba una gran experiencia para mí! Me acompañaron al aeropuerto mi pareja, mis hermanas y mis padres. La estancia en el aeropuerto fue muy breve, apenas dos horas, ya que llegamos, nos despedimos, pasamos los controles y subimos al avión para iniciar una nueva etapa, una nueva estancia, una nueva experiencia. Una vez hicimos el check-in, fuimos a la zona de control de seguridad donde nos despedimos de todos… pasamos el control sin problema y nos dirigimos a la puerta de embarque. Allí esperamos media hora hasta que abrieron las puertas. Entramos y nos sentamos en el avión. El avión despegó y… nuestra experiencia también. El vuelo fue muy bien y muy rápido.

Viena

Una vez llegamos al aeropuerto de Viena, nos llevamos una impresión increíble del lugar. Las primeras impresiones de Viena fueron espectaculares. Una ciudad muy limpia y con gente muy amable. Nos vinieron a buscar al aeropuerto y fuimos en una furgoneta hacia el hotel Leonardo, donde pasaríamos nuestra primera noche. Subimos, dejamos las mochilas y bajamos porque nos estaba esperando Mike, un profesor de la escuela de allí, de Austria. Me pedí una comida típica de Viena para empezar: ¡un wiener schnitzel!

Prácticas en la empresa

Durante la segunda semana empecé a entender exactamente mi trabajo allí. Me dieron un ordenador y un iPhone SE. Estaba encantado. Instalé todo lo que necesitaba. Luego me puse con mi trabajo. Mi tarea consistía en desarrollar un script que buscara una palabra dentro de un repositorio y me devolviera todas las rutas (URLs de los archivos). Hice pruebas con PowerShell, vi vídeos, pero no sabía cómo hacerlo. No tenía ni idea… finalmente pedí ayuda a Pol Miñana y me ayudó a desarrollar un script en JavaScript. Una vez terminado, me dediqué a mejorarlo constantemente. Al final lo terminé y lo comprobé. Todo funcionaba perfectamente. Esa semana también teníamos que entregar trabajos del instituto. Así que, después del trabajo, llegaba a casa y dedicaba las tardes a esas tareas. Durante todo el fin de semana estuve trabajando y ocupado con el crédito de síntesis.

Actividades

Semana 5 Aquí empezaron nuestras tardes libres como trabajadores en Viena en la empresa Frequentis, y ya podíamos disfrutar del tiempo libre. Durante esa semana no hice más que ir de compras. Quería comprar algunos recuerdos de Viena para mi familia. También, más comida porque ya se me había acabado. En el trabajo, mi jefe estaba de vacaciones y mientras tanto, yo intentaba mejorar el proyecto que estábamos desarrollando entre los dos. El proyecto general se llamaba Azimut, que era un programa ruso. Me encantaba la idea de participar en ese proyecto.

Semana 6 Durante esa semana fuimos a un museo militar algo alejado de Viena, cerca de Donauinsel. Fue un museo increíble donde se explicaban cosas de la Primera y Segunda Guerra Mundial, aunque sobre todo de la primera. Había ejemplos como tanques, aviones, barcos y muchas otras cosas interesantes. También había uniformes y trajes de combate de los austríacos y de todos los participantes de Viena en la guerra. Eso fue el sábado, y el domingo fuimos a Donauinsel, que es una isla que divide el Danubio por el lado norte. En la parte derecha se podía nadar, había barcas pequeñas, la gente pasaba el día allí. En la parte izquierda estaba el Gran Canal del Danubio por donde pasaban los barcos. Fuimos con la línea U1 y nos bajamos en una parada llamada Donauinsel. Nos pusimos el bañador, pero de repente empezó a llover. Aun así, tuvimos esperanza y 10 minutos después pudimos bañarnos. Más tarde, me apeteció cruzar el Danubio nadando, unos 400 metros, y sí, finalmente lo crucé… y se notaba la falta de entrenamiento, ¡acabé agotado como nunca!

Semana 7 Llegó el viernes y se acercaba mi último fin de semana en Viena como menor de edad. ¡El lunes siguiente cumplía 18 años!

Cumpleaños en Viena

Lunes 18 de junio. ¡Ha sido mi cumpleaños, he cumplido 18 años! Un día muy especial para mí. Mis compañeros de trabajo me felicitaron. También tuve sorpresas de mi familia como un regalo a distancia y por la tarde una videollamada con toda la familia. [...] Ha sido realmente una experiencia inolvidable para mí, y me gustaría repetirla en cuanto tenga la oportunidad. Y si no tengo la oportunidad como estudiante, me gustaría volver a trabajar allí. Me despedí de todos, lo cual me dio mucha pena ya que estuve dos meses aprendiendo de ellos, comiendo con ellos y compartiendo una experiencia que me ha ayudado en muchas cosas. He pasado muchas horas en una empresa donde todo era nuevo y en un idioma completamente diferente, pero los compañeros de Frequentis me transmitieron su ilusión por el trabajo que hacen. Además de aprender mucho, me han hecho ver lo que quiero hacer en el futuro y, personalmente, creo que me han abierto muchas puertas, al menos me han dado la llave para que yo mismo las pueda abrir. Ahora sí que puedo decir, y con un poco de tristeza, que se acabó mi gran experiencia Erasmus.