Historias de viaje

Viaje a Turín

Al subir al avión rumbo a Turín, sentía nervios y emoción a partes iguales, ya que era la primera vez que iba a pasar tanto tiempo fuera de casa. Una vez llegamos a la residencia de estudiantes, el personal de recepción nos recibió con amabilidad y nos llevó a nuestra habitación, donde más tarde nos encontraríamos con Daniele, de la empresa Didaxe, para explicarnos todo sobre la estancia y las prácticas. El primer día en la empresa de prácticas nos hicieron una visita por todas las instalaciones y nos explicaron lo que haríamos durante los próximos dos meses. Al llegar al final de la estancia, nos despedimos de nuestros compañeros y tutores de la empresa. Al día siguiente fuimos a Milán para tomar el vuelo de regreso a Barcelona, satisfechos por todo lo vivido durante la estancia.

Impresiones del país

Italia es un país que me gusta bastante en general, por su gente que suele ser muy abierta y amable, y sobre todo por la comida. Esta no ha sido la primera vez que he estado en Italia, pero sí la primera en Turín. Me sorprendió la diferencia de clima, ya que es bastante más frío que aquí y llueve mucho, sobre todo en los meses de primavera. Otra cosa que también me costó fue el idioma, que aunque sea parecido al catalán o al español, es difícil de entender cuando se habla rápido.

Viajes

Gran parte de las actividades de ocio que hicimos fueron dentro de Turín. En algunas de ellas fuimos con los compañeros de prácticas que también estaban de Erasmus y gente de la residencia. Allí pudimos visitar parques y plazas como la Piazza Castello o el Parco del Valentino, pasear por las calles y visitar algunos centros comerciales de la ciudad. En cuanto a museos, solo visitamos el museo del automóvil de Turín; aunque nos hubiera gustado ir a más museos, el mal tiempo nos lo impidió varias veces. Fuera de Turín también pasamos un día en Milán, donde paseamos por las calles céntricas de la ciudad y vimos lugares emblemáticos como el Duomo y el estadio de San Siro.

Prácticas

Las tareas que realizábamos en la empresa consistían principalmente en resolver incidencias de los ordenadores de las aulas y de los profesores del instituto, como por ejemplo, sustituir hardware o instalar y desinstalar programas. Aparte de eso, a partir de la mitad de la estancia, junto con el resto de compañeros que hacíamos prácticas en el instituto (yo, Bernat, y dos compañeros de Portugal), nos repartimos las tareas. En mi caso, me dediqué, junto con otro compañero, a reparar portátiles viejos que habían sido desechados para entregarlos a personas que pudieran necesitarlos. El software que más utilizamos fueron las aplicaciones ofimáticas como hojas de cálculo y documentos, para llevar un seguimiento de las incidencias que solucionábamos o que teníamos pendientes. En mi caso también tuve que usar software para borrar los discos duros de los portátiles.

La empresa

En el instituto donde realizamos las prácticas había un buen ambiente entre los trabajadores y los estudiantes del centro, lo que, a pesar de las dificultades con el idioma, me hizo sentir bienvenido, y en general, he tenido una buena experiencia. Como no había trabajado anteriormente, no puedo comparar con otros lugares de trabajo, pero lo que más me llamó la atención fue la flexibilidad que tuvimos con los horarios, tanto en los descansos como en la hora de salida, dependiendo de las tareas que tuviéramos que realizar.