Historias de viaje

Un viaje inesperado

Miércoles 4 de septiembre de 2019. Suena el despertador y empieza la aventura. Nos esperan unas cuantas horas de viaje hasta Hamburgo y luego en tren hasta Emden, pero Sergi y yo tenemos más ganas y nervios que otra cosa. En algún momento del trayecto conseguimos que nos aceptaran en un piso; Sergi pudo entrar esa misma noche, y a mí me tocó esperar tres días durante los cuales me alojé en un apartamento alquilado a través de una conocida web. Y es que encontrar piso en Emden fue de lo más difícil: los dos meses de estancia eran la principal traba.

Al llegar a Emden, nuestras "buddies" del programa Erasmus nos recibieron, charlamos un rato y nos dieron unos consejos rápidos antes de ir cada uno a su alojamiento. Ya al día siguiente hicimos la presentación del curso con el resto de estudiantes Erasmus: franceses, portugueses, vascos, leoneses, catalanes, chinos e italianos. Poco sabíamos entonces que acabaríamos haciéndolo todo juntos desde ese momento. Comenzaban las “Orientation Weeks”, semanas en las que conoceríamos un poco la cultura local, haríamos excursiones, fiestas y otras actividades culturales. Como maestros de ceremonias o encargados de estas semanas culturales estaban Claudius y Felix, dos estudiantes de la universidad que nos han acompañado durante toda la experiencia y que se han convertido en uno más del grupo.

Hicimos excursiones al norte de Emden, competiciones tipo gincana para descubrir la ciudad, visitamos la galería de arte con una exposición del famoso comediante alemán Otto Waalkes y, como no, también exploramos la cultura cervecera. Esas dos semanas convirtieron a un grupo multicultural en una auténtica piña que ha hecho de esta experiencia algo inolvidable.

Impresión del país

Alemania no es España. Supongo que todo el mundo lo sabe, pero lo remarco por si acaso. Quizá si eres un turista perdido entre las montañas de Baviera no notes la diferencia cultural, pero estando allí durante semanas, sí se nota. Primero, por encima de todo, está el amor y la pasión por los coches. La mayoría de alemanes adoran sus coches y los cuidan muchísimo. Teniendo en cuenta los salarios del país, los coches que se ven por la calle son verdaderas joyas.

Segundo, el uso de la bicicleta está muy extendido. La cultura ciclista está mucho más desarrollada que en el sur de Europa. Abuelitas llevando la compra en bicicleta, parejas en tándem paseando por la orilla del río Ems, y un mar de bicicletas en el aparcamiento de la universidad son imágenes cotidianas en Emden. Durante mis tres primeros días sin bicicleta lo pasé bastante mal, ya que el transporte público dentro de la ciudad es casi inexistente y tuve que ir caminando a todas partes.

Finalmente, los horarios y el respeto por las normas. Cosas como no hacer ruido en casa a partir de las diez de la noche o los domingos, la obligación de llevar luces en la bicicleta por la noche (bajo multa), o el respeto total por las señales de tráfico contrastan con lo que estamos acostumbrados en España. Además, se come antes de la una y no hacen siesta, lo que hizo que las dos primeras semanas fueran un pequeño lío de adaptación.

Viajes

Si hay algo que tenemos en común los estudiantes Erasmus, es el deseo de conocer mundo. Literalmente, no paramos de viajar juntos, de visitar ciudades y hacer excursiones culturales. Durante las Orientation Weeks hicimos una excursión a la isla de Norderney, situada al norte de Emden, en el mar de Frisia. Además, durante el Erasmus visitamos las ciudades de Bremen, Oldenburg y Leer en Alemania, y Groningen en Países Bajos. También visitamos el Parque Nacional de Harz, al sureste de Frisia.

Este tiempo me dio la oportunidad de viajar casi todos los fines de semana, a veces incluso a regañadientes porque me convencían mis compañeros, a quienes ahora agradezco todas esas experiencias. Solo puedo decir que repetiría una y otra vez.

Prácticas

En cuanto a las prácticas, montamos un servidor de Snipe-IT para el departamento de Medientechnik de la universidad. Snipe-IT es un software open source para la gestión de activos en departamentos tecnológicos. Usamos un servidor LDAP para gestionar la base de usuarios, que a su vez se alimentaba del servidor LDAP principal de la universidad. Más allá del contenido técnico, la libertad y flexibilidad con la que pudimos trabajar han sido puntos muy positivos, y valoro esta experiencia muy satisfactoriamente.

La empresa

La empresa donde realizamos las prácticas fue la propia Hochschule Emden-Leer. La universidad cuenta con unos 455 empleados, de los cuales 110 son profesores. El horario de trabajo era totalmente flexible: podíamos trabajar cuando y donde quisiéramos, con dos reuniones semanales con nuestro tutor Menno Ternieden.

Concretamente, creamos un servidor LDAP que se nutría del servidor LDAP de la universidad, el cual se usaba como base de usuarios para el servicio Snipe-IT. Esta herramienta permite gestionar activos tecnológicos de manera eficiente. Aunque las prácticas no eran directamente de mi especialidad, la flexibilidad del entorno de trabajo hizo que las valorara positivamente. Además, me dio la oportunidad de aprender en profundidad sobre LDAP, un campo que solo habíamos tocado superficialmente durante el grado y cuya importancia ahora reconozco mucho más.