Experiencias Erasmus

Cristian

Grado Superior de Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma

Cristian realizó sus prácticas de Formación en Centros de Trabajo en la empresa Frequentis, ubicada en la ciudad de Viena (Austria)


Viena (Austria)

La carretera austriaca te acogerá y te hará caminar muy lejos

Caminar en Austria es mucho más caro que hacerlo en España, en más sentidos de los que en un primer momento podría imaginar. Pues pagar seis euros por un café y un vaso de agua puede doler, pero enamorarte solo por dos meses es aprender a dejar ir. Tener una relación a distancia no es una opción y solo queda la ilusión de visitarnos para mantener el amor. ¿ Como puede visitarme un país ? Por suerte lo he conocido lo suficiente como para que pueda traerme a su comida, su gente y sus recuerdos

Su gente

Escribir sobre su gente es mucho más complicado de lo que me gustaría. Hay una norma que puedes aplicar por todo el país, la gente no es tan calurosa como en España. Y es en las excepciones donde he encontrado las mejores personas, indiferentemente de su lugar de residencia. Lo primero que puedes reconocer es cuán buena es la gente Austriaca. Su amabilidad no conoce límites, es muy difícil de aceptar. De hecho, en mis dos meses de estancia he mantenido una pelea constante con mi mentor por ver quien era el más amable. Le podía mantener el pulso bastante bien, pero al final era él quien siempre ganaba. Pero no soy el único metido en esa pelea. Estamos convencidos de que los profesores de la escuela encargados de nosotros también estaban enzarzados en una pelea por ver quién era el más amable.
Su amabilidad nos llevó a disfrutar de tantísimas experiencias que es difícil ponerse a contar. Gracias a ellos pudimos visitar los alpes, y no solo como estudiantes de erasmus sino como reyes. Y hablando de reyes, uno de los profesores en la guerra de la amabilidad nos llevó a ver Wachau, antigua cárcel del rey Lionheart.

Sus recuerdos

El tiempo en Austria era muy extraño. Los días eran densos y cargados de acción, pero cuando mirabas atrás habían pasado volando. Es imposible recordar todo lo que has hecho cada día, por qué incluso cuando lo rutina se había asentado algo nuevo ocurría
Nuestro viaje a Wachau, solo Daniel y yo asistimos. Herwig, un profesor de la escuela encargada de nosotros en Austria nos llevó en coche, después de una pequeña excursión estábamos en las ruinas de un castillo ubicado en la cima de la montaña. En su interior, la cárcel en la que el antiguo rey de Inglaterra fue encarcelado. Herwig se portó tan bien con nosotros que tuvimos que encontrar una forma de pagarselo. Le hicimos una tortilla de patata

Los Alpes

Los profesores nos llevaron a los Alpes. Fué una de estas excursiones que los jóvenes americanos disfrutan en sus películas. Empezamos el día desayunando en un pueblo al pie de la montaña, lleno de moteros y turistas. Subimos a una montaña en teleférico y comimos en un restaurante ubicado en la cima, con las mejores vistas. Para rematar, nos bañamos en un lago al pie de las montañas y comimos helado. Todavía no me lo creo

Excursiones

Los chicos y otro joven de Erasmus nos embarcamos en el que fué el mejor viaje turístico en el que he estado. Praga es preciosa, con sol o con nubes. Caminamos tantos kilómetros esos días que hasta nosotros, ya famosos en el centro de Europa por nuestra resistencia, no pudimos salir de fiesta a la noche. Tres días que no olvidaré nunca.
Forma parte del que quizás haya sido el mejor fin de semana de todo el erasmus. Después de ir a tomar algo con mi mentor y apenas dormir un par de horas en su casa, yo y Carlos tomamos un autobús a Bratislava. Un día entero caminando y haciendo fotografías en las que salimos extremadamente atractivos. Junto a una noche del karaoke más intenso que he visto jamás. No creo que nunca haya echado más en falta una cama en toda mi vida. Ni que me lo haya pasado tan bien jamás.



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